NO a la Termoeléctrica Los Robles

[Fuente: Diario La Verdad]
Por José Ignacio Pinochet Olave. Abogado, Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y Director Ejecutivo de la Fiscalía del Medio Ambiente – FIMA. – E-mail: jipo1970@hotmail.com

La parte buena de los momentos difíciles es que nos unen. Aparecen nuevos o viejos amigos. Se unen algunos que estaban separados.

La amenaza que se cierne sobre nuestra Provincia de Cauquenes y que golpea nuestra forma tradicional de vivir y nuestros sueños de desarrollo en armonía con el ambiente tiene la forma de una planta generadora de electricidad que usa como insumo el carbón mineral.

¿Acaso esto no estaba superado? Pues eso pensábamos todos. Sin embargo, las malas decisiones tomadas en Santiago respecto a hacer depender el suministro energético del país del gas argentino que luego nuestros vecinos nos han negado, llevan a que hoy el gobierno esté desesperado por tapar el hoyo que la imprudencia y la improvisación han dejado. Esta desesperación ha llevado a nuestras autoridades a dar facilidades a empresas que quieren usar elementos como el carbón, porque tienen precios ridículos en el mundo, precisamente por haberse dejado de usar, por ser ineficientes y contaminadores.

Yo pido un solo favor: que cuando las autoridades traten de embolinarnos la perdiz diciendo que el carbón es una excelente forma de producir electricidad, que no contamina y que hay plantas modernas en el mundo que lo usan, recordemos cuando hace 10 años el gobierno cerró la mina de carbón de Lota y se dejó sin empleo a miles de personas. Entonces se nos dijo que el carbón ya no era un producto apetecido en el siglo XXI.

¿ES UNA BATALLA PERDIDA?

Tan perdida como la tenía David contra Goliat… y ya sabemos cómo terminó la historia.

¿CÓMO SE PELEA?

Aquí viene la parte de mi vida de la que casi no he escrito en estas páginas. Desde hace diez años que me dedico a defender a las personas de proyectos destructivos para el ambiente y que ignoran a la ciudadanía, tratándolas como las hormigas que se aplastan con el pie.

Es así como he formado parte de los equipos que han luchado contra inmensos y destructivos proyectos. De esta forma, conseguimos la cancelación del proyecto maderero Cascada Chile, que en Puerto Montt pretendía hacer tableros con bosque nativo, sin evaluar el impacto del proyecto sobre bosques originarios que ni siquiera habían sido estudiados por los científicos.

El proyecto anunciaba una inversión de 200 millones de dólares. Fue una lucha de más de dos años, hasta que finalmente el proyecto fue cancelado sin cortar un solo árbol. A comienzos de esta década enfrentamos a una empresa canadiense que pretendía inundar cientos de miles de hectáreas en la Patagonia chilena para generar electricidad y refinar aluminio que Chile ni produce ni necesita. La empresa bravuconeaba diciendo que nada los detendría porque ellos invertirían 3.000 millones de dólares. Finalmente la empresa desistió del proyecto sin inundar una sola hectárea.

Ahora viene cómo se logra: conformando un buen equipo de personas conscientes, manteniendo informada y unida a la comunidad y peleando en cada una de las etapas.

La parte buena es que estamos sumamente a tiempo. El 31 de diciembre vence el plazo para que la ciudadanía haga sus observaciones al proyecto, primera instancia en que la ciudadanía puede hacer algo. En esta primera etapa y ya se ha avanzado bastante para que sean ojalá cientos de personas la que se hagan oír ante la autoridad ambiental regional (COREMA) que preside el intendente.

¿CUÁL DEBE SER NUESTRA POSICIÓN?

Hay que presentar las observaciones ciudadanas, es decir, que en un papel cada persona le puede decir a la COREMA qué cosas estima que están mal, dónde no se cumple la ley, dónde no se está asegurando el medio ambiente o en qué forma el Estudio presentado vulnera sus derechos. Las observaciones que presenten dos o más personas pueden ser las mismas, incluso ello es muy positivo, porque con esto se le hace ver a la autoridad que se trata de un problema que le importa a la comunidad.

Sin embargo, en el caso de este Estudio de Impacto Ambiental, además de hacer las observaciones al documento (de cientos de páginas de información técnica y científica) hay que hacerle presente al gobierno que este documento es tan incompleto, que ni siquiera puede seguirse la tramitación así como está, porque esto sería una burla para todos nosotros.

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