NO a la Termoeléctrica Los Robles

[Fuente: Diario Cauquenino.com]
Por Fernando Salinas Manfredini

Sin duda alguna, en los últimos años ha habido un avance en relación a la evaluación del impacto ambiental de los proyectos que proponen las distintas entidades, públicas y privadas, de nuestro país. Actualmente, es necesario que la empresa proponente presente un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) a la CONAMA, entidad del Estado encargada de revisarlo; además, ella debe enviar el EIA a las reparticiones del Estado atingentes para su revisión y posibles observaciones. Por último, debe garantizar que el proyecto sea publicado para que lo conozca la ciudadanía.

Sin embargo, todavía no se ha resuelto adecuadamente la asimetría que existe entre las reparticiones estatales y la ciudadanía, al momento de hacer observaciones técnicas al proyecto. Mientras las primeras tienen todo un staff de profesionales especializados que permanentemente están evaluando estos estudios, la ciudadanía, por el contrario, no cuenta con ningún apoyo oficial. Hay que tener presente que cada uno de los proyectos que se evalúan afectan a grupos ciudadanos específicos y de distinta manera, y nadie está en condiciones de predecir qué proyectos serán presentados para su evaluación ambiental en el futuro. Es decir, la gente no tiene ninguna posibilidad de prepararse para participar en estas evaluaciones. Por otro lado, la ley, lamentablemente, no contempla mecanismos que colaboren con la comunidad para evaluar y hacer observaciones en proyectos tan especializados. Además, es irrisorio que los ciudadanos puedan reaccionar en forma eficiente en el plazo de 60 días, toda vez que las empresas proponentes no realizan muchos esfuerzos para informar de las características y alcances de sus proyectos. Da la impresión que muchas empresas (no todas) consideran este proceso (la aprobación del EIA) como un escollo más y no como una oportunidad para desarrollar un trabajo conjunto con la ciudadanía. En síntesis, la gente está virtualmente sola frente a estos grandes proyectos.

¡Hay que decirlo con todas sus letras!: fue casi “un milagro” lo que acaba de ocurrir en Maule-Sur, en donde cientos de personas se han organizado rápida y espontáneamente para que el pasado 31 de Diciembre se pudieran presentar en la CONAMA las observaciones de la ciudadanía (tanto del ciudadano común, como de distintas ONG y agrupaciones sociales) a la instalación de la Central Termoeléctrica Los Robles. Al mismo tiempo, se le ha manifestado a la autoridad la desilusión y rechazo respecto del Informe de Impacto Ambiental presentado por AES Gener, el cual ha sido incompleto e irresponsable, ya que oculta los verdaderos alcances de este gigantesco proyecto.

Hace poco más de un mes, nadie en la zona tenía información sobre el proyecto Termoeléctrica Los Robles, menos de sus nefastas consecuencias en la salud humana, la agricultura, el turismo, la biodiversidad y el patrimonio arqueológico y cultural de la zona. Por alguna razón desconocida se han dado una serie de circunstancias y casualidades que han permitido que la comunidad pueda reaccionar a tiempo, a pesar de la pasividad informativa de la empresa AES Gener. Gracias al trabajo mancomunado y efectivo, que profesionales de Santiago, hijos y amigos del Maule, de distintas áreas (leyes, ingeniería, geología, etc.) en conjunto con la comunidad de la zona, quienes han tenido la suerte de contar con líderes valientes y creativos que han sabido organizar en tiempo record todas las actividades necesarias, se ha podido lograr un primer gran objetivo: decir ¡NO al proyecto Termoeléctrico Los Robles! en la CONAMA de la Región del Maule, presentando los antecedentes científicos, técnicos y legales del caso.

Maule-Sur y su gente merecen el respeto de todos los chilenos. Han sabido reaccionar contra la adversidad y la agresividad empresarial, y han evidenciado a todo el país que están listos y dispuestos para luchar por lo que es justo y está consagrado en nuestra Constitución Política: el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

No obstante, éste es sólo el primer paso de la larga lucha que se viene por delante. ¡Nadie va a defender los derechos de los maulinos, como lo harán ellos mismos! La ciudadanía debe continuar con esta campaña de protesta, porque está en juego la calidad de vida de miles de hombres, mujeres y niños que han elegido esta hermosa tierra para desarrollar su proyecto de vida.

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